Redacción Sociedad Magazine/José Luis Montes.
Una encerrona muy exigente
para Castella, que requirió de todo su temple y su buena tauromaquia para
solventar las embestidas de tres toros ásperos y deslucidos, así como para
sacar de los otros tres, un balance artístico de cinco orejas.
Algo más de media entrada en la Plaza de
Toros del Puerto de Santa María. 19.30h de la tarde. Sol de media tarde, y ráfaga suave de poniente. Encerrona
Solidaria del Maestro Sebastián Castella para la Asociación Síndrome de Down de Sevilla y Provincia.
Primero de la tarde, de Jandilla,
un toro castaño, con mucha fuerza, bravío,
planteando desde el principio problemas al torero francés, que no estuvo a gusto con el capote. En
ningún momento ha respondido con claridad a la llamada. Con la muleta, supo calmar Castella al toro cuando al fin encontró
su pitón izquierdo. Con el derecho,
y con el viento, tuvo mayores problemas para firmar varios pases seguidos. En
el acero no estuvo acertado, tras un
primer pinchazo. Aplausos para
Castella.
Segundo, Fuente Ymbro, un toro poco
obediente. Castella con el capote no consiguió firmar buenos pases de
verónica. El picador, se ensañó, uno de
los banderilleros al filo de una cogida. Castella de nuevo, volvió a
sentirse más cómodo con la muleta, especialmente
por el pitón izquierdo. Plantado en el ruedo, Castella brindó buenos muletazos al público que lo
premió con ovaciones. Acertado con el
acero, aunque hizo falta un descabello.
De nuevo, aplausos para el
matador.
Tercero de la tarde, de Núñez del Cuvillo, un toro ‘lastimoso’ al principio, como su
nombre. Una salida muy lenta la del
morlaco, que no propició que Castella se luciese con el capote. El picador no
consiguió picarlo, tras dos amagos, le rehuyó. Uno de los banderilleros en el
tercio de banderillas tuvo que saltar el burladero. Con muleta por estatutario empezó una buena faena de Castella, en la
que sacó a relucir la casta en un
principio camuflada de Lastimoso. Templado
Castella por el pitón derecho. Acertado con el estoque, aunque no con el
descabello para matar al toro, con lo que firma la primera oreja de la tarde.
Con el cuarto, negro zaíno de Vega Hermosa, Castella siguió sin estar a
gusto con el capote. Al picar, el toro se llevó puesta la pica, y en el tercio de banderillas la cuadrilla estuvo al quite para evitar una
cogida al primer banderillero. El viento,
la aspereza del morlaco y las
incesantes embestidas, hicieron de
esta faena un silencio en la plaza,
tras media estocada en el acero.
Tímida ovación y pitos al toro, que
de ‘Exquisito’ sólo tuvo el nombre.
Por fin, Castella se reencontró consigo mismo y con su capote. Grandes pases
de verónica y por chicuelinas para encarar el toro al
picador, que en este caso no se ensañó. Laborioso,
así se llamaba el quinto, jabonero de
Fuente Ymbro, premió la ‘laboriosa’
corrida de Castella hasta ahora. De nuevo el francés, con tres pases de estatutario, reencontró
su temple y su tauromaquia al inicio de la faena de muleta. Muy templado el de Béziers por ambos pitones. En el acero, grandiosa estocada final que
propicia que el palco otorgue las dos
orejas merecidas y que el público aplauda al francés por bulerías. Magistral Castella.
Con el sexto, de Núñez del Cuvillo, Castella intentó enseñarle el capote,
que sólo lo encontró por el pitón derecho. Buen
tercio de banderillas. Ya con muleta
en mano, el francés inició con pase
cambiado por la espalda. Un pisotón del toro en el pie derecho de Castella
no le impidió de nuevo encontrarse como siempre con la muleta, con series muy templadas, y circulares por la espalda de gran
naturalidad. Tras toda una tarde buscando lucirse, el maestro lo consiguió,
también con el acero, con una estocada
de temple hasta el final. Otras dos
orejas. El Puerto cayó rendido a los pies del torero tras una laboriosa encerrona en su plaza.