Vicente Sánchez/ Fotos: Unión de Hermandades
Amanecía un radiante Domingo de Pasión en la ciudad. Los alrededores del teatro ya deslumbraban que era el día, el día elegido para el Pregón. Trajes de chaquetas para los caballeros y vestidos para la ocasión para las señoras. Saludos y más saludos entre los cofrades que se daban cita en las puertas del Villamarta antes de las doce del mediodía, la hora fijada para el anuncio de la Semana de Pasión.
Ya en el interior del teatro todo dispuesto, parte de ese publico ocupando sus localidades, los músicos emplazados en su lugar correspondiente, los diferentes medios de comunicación que se disponían a cubrir el acto ultimando sus labores y tras las el telón, los últimos detalles del protocolo habitual en estos casos.
Las 12.04h y con parte del publico ocupando aun sus localidades, comenzaron a sonar los primeros acordes de la Banda de Música de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Rota, la encargada en esta ocasión para actuar por primera vez en el coliseo jerezano.
Comenzaba pues, el Pregón de la Semana Santa de Jerez de 2016. Lo hacía con la marcha Cristo de la Expiración, obra del maestro Beigbeder, catalogada por muchos, como el himno cofrade de la ciudad jerezana. Tras la misma, primera ovación del respetable, al mismo tiempo que se subía el telón del escenario, sonaba la segunda composición dispuesta para la ocasión, sonaba la marcha Margot de Turina.
En el escenario mientras tanto todo dispuesto. Tras el atril vacío, la Cruz de Guía de la Hermandad del Santo Crucifijo, cuatro jarras de la Virgen de la Encarnación con claveles blancos, el repostero de la Unión Hermandades, y la correspondiente presidencia compuesta por el obispo de Asidonia-Jerez, la alcaldesa de la ciudad, el presidente del Consejo, el presentador y como no, el pregonero. Con todo eso en la mirada de los presentes, se hizo una nueva ovación de los asistentes, tras finalización de la segunda composición musical. Con todo esto llegó el turno del presentador del pregonero, D. Ángel Rodríguez Aguilocho, se dispuso en el atril del teatro y comenzó la presentación. Lo hizo brevemente, si entrar en profundidad de su curriculum, ni de sus datos biográficos, se refirió a Pepe como su amigo y hermano, lo definió también como la persona que “siempre tiene su puerta entreabierta y su teléfono preparado para descolgarlo” y que lo que le ha llevado al Villamarta “es ser como es sin más” además, lo definió como un cofrade que pasó una infancia difícil, y que en esa infancia comenzó a fraguar su amor por las cofradías, sobre todo por la del Santo Crucifijo de la Salud.
Ángel como consejero reconoció, que desde que llegó a la Unión de Hermandades, y por el bien de la Semana Santa jerezana, supo que Pepe sería pregonero de la Semana Mayor. Con el saludo protocolario a la presidencia y al publico cerro su presentación fundiéndose en un abrazo con el pregonero, el cual quedó formalmente presentado. Tras ello de nuevo sonaban los acordes de la Banda del Nazareno de Rota, en esta ocasión con la marcha “Pasión por Jerez” obra de Carlos Puelles compuesta para titular a este pregón.
Con la reverencia primero al Señor Obispo y posterior saludo al respetable, y en medio de su primera ovación, Pepe se subió al atril y comenzó su sueño, comenzaba su pregón.
Bebió agua y dijo con voz tenue “Tú, soberana virtud, danos santa paz y calma y en la dolencias del alma, se Cristo nuestra Salud”…. Y ahí comenzó todo. Se presentó a Jerez el pregonero como Pepe Vegazo y a tras esas primeras palabras comenzó su andadura por su vida cristiana desde niño y comenzó recordando que es un simple cofrade. “Soy un cofrade de base, uno más, entre los vuestros”. Y a partir de ahí empezó a desgranar sus romances como pregonero. Su pregón compuesto por 21 capítulos. Comenzó su larga lista de agradecimientos, duró casi treinta minutos, Pepe, repasó entre anécdotas y alguna que otra broma su vida cristiana y cofrade. Tuvo siempre en la memoria a su madre, la cual recordó con esta frase "Nunca estarás solo", una frase que su madre le dijo en esa infancia suya y que enlazó recordando un año la Rotonda de los Casinos, como hiciese Antonio Moure un año antes en ese mismo lugar.
Dentro de sus romances y rimas, también contó con la brillante intervención de D. Ángel Hortas que interpretó primeramente “La Roca fría del Calvario”. Con una expectación de todo el respetable y cuya actuación fue correspondida con una cerrada ovación y algún que otro, bravo!
Podríamos destacar muchas de las frases que el pregonero nos dejó entre rimas y romances, pero sería eterno, entre ellas, hizo una propuesta oficial al capataz Martín Gómez, al que le pidió sentirse costalero y que le permitiera una chicotá, o un relevo en su hermandad de la Cena.
Tras todo lo anterior, siguió Pepe, su “Pasión por Jerez” y lo hizo de una forma indistinta por las hermandades y Cofradías, de Jerez. Se dirigió y entró a reflexionar sobre las nuevas hermandades, defendiendo el Sábado de Pasión y a cuyas hermandades les pidió paciencia y que no tuviesen prisa y, que llegará el momento en el porque renunciar a abrir la Semana Santa.
Siguió el pregonero con su Semana Santa más íntima, y sus vivencias y llegó uno de los momentos cumbres de este pregón, el dedicado a la Esperanza de la Yedra Coronada, junto a sus romances, tras ello sonó de nuevo la voz de Ángel Hortas y el “Ave María” de William Gómez de fondo. Un rezo que realizó el pregonero desde lo más hondo de su corazón y cuyo momento finalizó con una ovación cerrada como duradera del público presente.
Seguía “La Pasión por Jerez” y eso que el tiempo aunque pareciera largo, solo lo era en el reloj, sencillamente estaba llenando muchos de los momentos que los cofrades desean oír en un pregón, y antesala de la Semana Mayor.
Fue encontrándose el pregonero cada vez más a gusto en el atril, hecho que asumía convencido de que estaba proclamando su Semana Santa, feliz y sonriente, de saber que lo que estaba recitando le llenaba a él y a todo el Jerez cofrade, recordando que solo faltaban siete días, y mirando al respetable, les deseaba feliz Semana Santa a todos.
Y entonces llegó el “he dicho” pero no fue el final. Tras la pronunciación de dicha frase, el público del Villamarta puesto en pie comenzó su abrumador aplauso, pero rápidamente se dio cuenta que esto no había acabado, y quedó expectante y casi todos en pie. Comenzó entonces otro de los grandes momentos de este canto a la Pasión, quedaba la soledad, si la soledad, el de su Virgen de la Soledad. Y tras el apagado de las luces del teatro y con tan solo con un haz de luz tenue alumbrando al pregonero, este comenzó diciendo “ahora que todos se han ido, mientras, en el escenario se proyectaba el rostro de Nuestra Señora de la Soledad, y ahí en forma de oración, y con unos emocionados versos dedicados a la madre de Dios el pregonero finalizó su canto a la Pasión por Jerez, lo hizo entre aplausos y vítores. La Pasión por Jerez de Pepe Vegazo duró casi dos horas y quince minutos desde su comienzo. Una vez acabado, la opinión general fuera del teatro era la de "un pregón diferente"
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Entrega del Penitente de Plata. Foto: Esteban Pérez Abión |