miércoles, 23 de agosto de 2017

Así comienza el misterio del Tío Pepe en Rama

Redacción/ Jaime Sánchez

"Es pleno mes de agosto, el alba no ha despuntado todavía, y el foco de una maquinaria viticultora es el único “sol” que alumbra las adormiladas cepas de uva palomino que un año más son vendimiadas para convertirlas en la bebida preferida por Baco, el Vino de Jerez". 



En la mañana de hoy, y gracias a la gentileza de Bodegas Tío Pepe, un grupo de influencers, periodistas y fotógrafos venidos de diferentes puntos geográficos; han tenido la oportunidad de conocer a pie de cepa, como comienza el misterio del Vino de Jerez. Esta visita comenzó antes de que “Lorenzo” hiciera su aparición rozando las almenas del Castillo de Macharnudo, en la Viña La Racha, donde José Argudo, Global Manager Marketing de Tío Pepe; y el enólogo de la Bodega, Antonio Flores; recibieron a los invitados explicándoles con todo tipo de detalles todo el proceso de la vendimia y el posterior tratamiento de la uva en las plantas de González Byass. Exactamente, las uvas cultivadas en la viña anteriormente mencionada son las protagonistas del Tío Pepe en Rama, un vino criado durante 4 años cuya producción es limitada y que se caracteriza por ser un vino inspirado en los días en los que el Fino se consumía directamente desde la bota, ya que el Fino en Rama no es sometido a los procesos habituales de clarificación y filtración.

Tras las magistrales explicaciones de Antonio Flores, los invitados al evento tuvieron la oportunidad de pasear por las viñas y hacer fotos artísticas sobre la campiña jerezana cuando despuntaba el alba, una joya para todos los sentidos.

Tras ver el majestuoso amanecer con la silueta perfecta las cepas y el Castillo de Machanudo, el grupo de visita se desplazó hasta la Viña La Canariera, donde en un plano más distendido tuvo lugar un desayuno campero gracias a la gentileza de la anfitriona, la bodega González Byass.